Historia mí­nima de Tegucigalpa: Vista a través de las fiestas del patrono San Miguel a partir de 1680 hasta finales del siglo XIX

Leticia de Oyuela



HISTORIA MÍNIMA DE TEGUCIGALPA. Vista a través de las fiestas del patrono San Miguel a partir de 1680 hasta finales del siglo XIX
, apunta a las raíces mismas de la identidad tegucigalpense al colocar a la ciudad en el agitado proceso cultural que le dio vida, con la historia como telón de fondo.

Con la parroquia de San Miguel como punto focal de su crecimiento demográfico, son muchos los testimonios que nos hablan de Tegucigalpa, circundada por altas montañas, como una ciudad populachera digna de ser recordada tanto por su clima seco, como por sus casas solariegas y sinuosos callejones.

Se sabe que el 29 de septiembre, día del arcángel San Miguel, era maravilloso. Los niños y campesinos recorrían las calles como únicos dueños y testimonio vivo de una fe popular que vio en el patrono la esperanza y el consuelo para una vida cotidiana llena de sacrificios. Pero luego vendría el esfuerzo por “depurar” esa religiosidad popular, en aras de la modernidad y el progreso, hasta colocarnos en el olvido de lo que somos y hemos sido.

La historiadora IRMA LETICIA SILVA DE OYUELA (1935-2008), quien nació, vivió y murió en Tegucigalpa, dedicó sus mejores esfuerzos a investigar y escribir sobre el arte y la historia de Honduras con una mirada escudriñadora de las mentalidades y sentimientos de sus protagonistas. Por eso es que, en sus más de 25 libros, la memoria histórica adquiere el sabor de lo cotidiano y las mujeres ocupan el lugar que se les ha negado.

ISBN: 978-99979-853-3-0
Tercera edición, octubre 2020, 140 pp.
L 150.00 / US$ 6.75