A veces tenemos que ser tenaces como Jesús Aguilar Paz. Su afán de conocimiento lo llevó lejos. Su andadura lo condujo por todos los caminos de Honduras, y nunca se dejó derrotar aunque el proyecto fuese inmenso.
La llamaron «loca», «irreverente», «atrevida», «inconforme», «rebelde» y muchas cosas más, pero Clementina, o Clemen, como se le decía cariñosamente, se ganó su lugar como la mujer y la poeta que siempre quiso ser.
Guillermo Anderson Avilés, el ceibeño que con su música enalteció a Honduras, nació el 26 de febrero de 1962 custodiado por la montaña de Pico Bonito y mecido por el rumor del mar Caribe.
Muestra al Morazán que nunca dejó de ser niño porque nunca dejó de soñar. Las luciérnagas persiguen su memoria, porque sus ideas y su vida siempre serán luminosas.
Biografía de la educadora Visitación Padilla, defensora de los derechos políticos de la mujer y de la soberanía nacional. La adaptación para niños fue realizada con calidez y ternura por la escritora María Eugenia Ramos, y las ilustraciones son obra de Francisco Javier Vallejo.
Una historia inolvidable por su lenguaje poético y la honda ternura que envuelve a los personajes. Es un legado del maestro Julio César Anariba Romero (1964-2015), quien supo leer en el alma de los niños. Ilustrado por Marcela Ponce Lara.
Obra del maestro Anariba Romero e ilustrado por Otoniel Sabillón. Escrito con sutil sentido del humor, este cuento es fuente de risas y sonrisas, pero también de reflexión porque, ¿quién no ha tenido pereza en el corazón.
Cuento con ilustraciones para colorear, lleno de ternura y figuras literarias que involucran al niño en un mundo maravilloso, permanentemente rodeado de naturaleza y animales.
Piezas magistrales que revelan un dominio absoluto de la naturaleza humana; con ellas, el autor lleva a sus lectores a identificarse y reflexionar sobre las conductas de los seres humanos como la envidia, la prepotencia, el egoísmo, la sabiduría, la templanza, etcétera.
La pequeña Lea aún espera encontrarse con los de la tribu de Silam, aquellos indígenas que le facilitaron el secreto de la vida; o quizás sean ellos los que suban por el arroyo en busca de la niña que, con diligencia y amor, mostró a su comunidad el valor de la naturaleza.
Hermoso recorrido por ese mundo posible en el que la alegría, el afán lúdico y la convivencia con la naturaleza son las fuerzas que gobiernan la vida y el quehacer de mamá Drusila, el Negro Cantor, doña Modorra, Cocorí y demás personajes de esta fantástica historia.