Marcos Carías, amigo de tantos años, toca desde el principio, al inscribir el epígrafe de esta novela que nos dejó, una tecla encantada con el sonsonete musical de la radionovela Los Tres Villalobos, que llenó la quietud de las tardes de mi propia infancia pegado al receptor Telefunken de mi casa en Masatepe. Y la literatura está para crear afinidades. Se empieza por esa magia.
Una novela es un universo verbal, una polifonía donde concuerdan diversas voces, o no es nada. Y Marcos Carías, en Trío de tres, hace que la historia abra sus puertas al humor y la imaginación subiendo por todas las escalas del lenguaje para hacer constar la evocación sentimental, la risa contenida, la parodia de voces y escrituras, cartas de familia, inserciones puntuales de las efemérides, que son también una forma de humor, todo para ejecutar con mano maestra un repaso descarnado de la historia de su país a través de las historias familiares y de las vidas entrecruzadas de los protagonistas.
La Honduras rural, provinciana, de los himnos y las panoplias, de las viejas casonas familiares y de los recuerdos infantiles, que se asoma con timidez a la modernidad donde espera el drama. Las buenas novelas nunca dejan de ser autobiográficas, y esta pasó nada menos que sesenta años escribiéndose. Una vida en tres estancias, de abuelo, a padre, a hijo.
Todo lo mira el novelista con ojo fiero y divertido, insaciable y escrutador. Tres Villalobos. Tres generaciones. Y esas tres generaciones son la historia de Honduras representada con la fidelidad que sólo puede ofrecer una imaginación tan múltiple, y con el descaro irreverente que sólo nos puede dar un autor tan desenfadado al enseñarnos cómo la literatura no es sino el presente perpetuo de la vida que se fue.
Sergio Ramírez
ISBN: 978-99979-843-8-8
Primera edición, octubre 2019, 228 pp.
L 320.00 / US$ 14.00